La lvna.
La lvna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de lvna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de lvna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la lvna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la lvna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la lvna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la lvna
en dosis precisas y controladas.
Otros Poemas Sueltos (1973-1994)
Jaime Sabines
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